Comienzo de una historia estupida..

Mi nombre es Andrea Castillo. Edad: 16 años. Peso: 41kg. Mido: menos que un enano. CV: soy una adolescente maniática que busca más que nada dejar de ser invisible en la escuela… ¡y en todas partes! Con mi increíble masa corporal y mi personalidad tímida creo que un día de estos desapareceré definitivamente del mapa. Me dedico a perder el tiempo, sí, aparte de no hacer nada en la escuela. Y en casa (sola como siempre) me la paso haciendo dibujos de vestidos, polos, faldas, etc. en una hoja de papel. Triste… el sueño de toda mi vida ha sido ser diseñadora de modas, pero mi madre, tan linda, la considera y siempre la considerará una ridícula carrera mediocre ya que una “costurera” gana menos que un profesional.

En fin… creo que su sueño frustrado de ir a la universidad y tener un cartón la obligó a tomar la sabia (!) decisión de largarnos a los EEUU, donde, según ella, hay más oportunidades de trabajo, educación, y de todo. “Vas a ver Andrea que EEUU te va a encantar ¡Es un sueño!” Sí claro, el típico sueño americano. La verdad es que yo también tenía ese sueño… EEUU, ¡wow! Un país que se ve tan lindo… sí, de seguro me va a gustar. Creo que eso es lo que todos piensan antes de irse de la manera ilegal a vivir por siempre y para siempre a los Estados Unidos de América.

Estaba en parte feliz porque iba a un país supuestamente maravilloso, lo contrario a mi país subdesarrollado en el que mi madre, al ser soltera y sin diploma, no conseguía trabajo. Pero por otro lado… extrañaría a las pocas, pero quizá buenas amigas que tenía en Perú. Bueno, en conclusión tuve que tragarme las lágrimas y hacer lo que mi mamá decía (tengo 16 años, qué me queda) aún sin pensarlo dos veces.

El camino fue más difícil de lo que creí. Pasé hambre, suciedad, y miedo, sí, mucho miedo. La peor parte fue cuando al cruzar la frontera había unos policías armados que buscaban a personas escondidas en los camiones. Nunca sentí tanta aprensión en toda mi vida como esa vez. Luego estaba el cruzar el desierto… varios días de más sufrimiento, hambre, y miedo. Hasta que al fin, después de tanto dolor y tanta pestilencia… ¡al fin! Estaba en la fabulosa capital de Florida.
La verdad es que la primera vez que pisé Miami comprendí el porqué del sueño americano de mi madre. ¡Un lugar espléndido! Altos edificios, lujosas casas, sol, palmeras inmensas, playas hermosas ¡todo! Todo era absolutamente bello. En mi vida había visto algo así. Mi madre y yo parecíamos un par de perros deslumbrados por un auto que va a toda velocidad… así de impresionadas estábamos. Y lo más impresionante era el orden, el increíble orden que había en todo y que en Lima no existía. Pero, que quede muy claro, no todo lo que brilla en Miami es oro[...]*


Solo es el comienzo de una bieeen laaarga historia =]

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si bien nuestras ropas andrajosas no eran lo suficientemente comunicativas al decir que eramos extrajenras infragantis, nuestras bocas abiertas llamaron mucho la atencion. la gente nos miraba con curiosidad, otras con desprecio y algunas mas no se molestaban en voltear a ver.
Mi madre tomó rapidamente el morral que cargaba y comenzamos a andar sin rumbo. Mientras esto ocurria mi mente debatia, o mejor expresado, luchaba, contra la idea de seguir mi sueño y ser diseñadora de modas. Al fin y al cabo, estaba en los EEUU el pais de los sueños, pero mantendria mi secreto a salvo por el momento, mientras mi madre se atrevia a cumplir el suyo. (sino obviamente no hubiesemos venido aqui).

Si lo se, no todo lo que brilla es oro. Papa siempre decia eso antes de morir. Un buen hombre que vivia en ambicion y avaricia por el dinero. "Ejemplar Hombre", pensaba con desprecio.

Mi mente siguió recordando las tantas cosas que extrañaria de peru. Las comidas, los amigos, la familia.
Por unos instantes tuve miedo. Miedo a quedar atrapada en este pais. Miedo a perderlo todo. Miedo a quedarme en el olvido. Pero de un momento cambie de idea. Dos cosas pasaron en ese instante y al mismo tiempo.
Un hombre vestido de manera muy presentable bajaba de un elegante automovil negro y se dirigia hacia nostras.
Entonces supe que EEUU es un pais muy impredecible. Cualquier cosa puede pasar. y quien sabe a que persona puedas conocer.
Era algo maravilloso estar en un lugar diferente. Puedes ser quien quieras y hacer lo que quieras. NAdie te conoce. y en EEUU ni siquiera existo.

-Buenas tardes- dijo el caballero, con un acento que delataba era un americano que sabia español.
De cerca parecia ser un hombre importante, bajo sus gafas e intimido a mi madre con sus penetrantes ojos cafes
-bb--ueenaas- titubeo preguntandose ¿que pasaba?, ¿por que aquel hombre le hablaba?

Continuaraa-...

Muy bonito jeje. Sigue así, suena bastante interesante