KERIORT EL CYBORG
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KERIORT EL CYBORG
Este relato es el que gané de un segundo premio del certamen de relatos cortos el pasado mayo, el protagonista lleva el mismo nombre que el protagonista de la miniserie que estoy escribiendo aquí, espero que les guste.
KERIORT EL CYBORG
Mi nombre es Keriort, aunque no es mi nombre de origen. Yo
antes era un vulgar humano del planeta tierra con sentimientos,
rutina, problemas etc. Mi vida siempre fue oscura y triste y tenía
anhelo de ser alguien que valiera la pena en este mundo y que el
respeto se depositara en mí, pero solo eran sueños imposibles,
todo seguiría igual. Pero una tarde de primavera fui con mis pa-
dres a visitar a mis tíos, algo entretenido, irritante y aburrido a la
vez. Las visitas familiares siempre me producían irritación y
cansancio propios de un adolescente con devoción por otras
cosas, pero desafortunadamente un camión conducido por un
hombre borracho estrelló contra el coche. Mis padres dieron un
grito aterrador que me heló la sangre a la vez que el coche se iba
destruyendo y los asientos, el volante, los cristales y demás se
mezclaban por todos lados al mismo tiempo que la muerte se
dispersaba llevándose consigo a mis padres y al conductor del ca-
mión. Yo logré sobrevivir al accidente al salir disparado por la
ventana, pero a duras penas. Parte de mi cara estaba llena de cris-
tales clavados en mi piel, e intentar arrancarlos supondría un dolor
agudo e insoportable. Me miré la pierna derecha y vi horrorizado
que estaba colgando a punto de desprenderse de mi cuerpo, di un
grito ahogado de dolor esperando que alguien me socorriera y
también a mis padres aunque ya sabía que estaban muertos y
nadie los curaría, yo no quería morir……no tan joven. Mi torso
sangraba sin cesar al igual que mis brazos, y no podía hacer nada
para detener la hemorragia y me empecé a marear sabiendo que
iba a morir tarde o temprano, lo veía todo oscuro, todo se iba
oscureciendo, mi visión iba perdiendo fuerza y mi cuerpo casi ni
me respondía…..Cerré los ojos.
Seguía con los ojos cerrados, pensando que ya estaría muerto,
pero no fue así, milagrosamente oía mi corazón latir a ritmo
normal ¿Qué había pasado? Me pregunte. Había sufrido un
accidente en el que mis padres habían muerto, y yo debería haber
tenido el mismo destino pero no fue así…….estaba vivo y ya no
sentía dolor, al contrario, me sentía vivo y fuerte, más fuerte de lo
que había sentido en mi vida.
Abrí los ojos y no estaba en la carretera, estaba acostado en una
cama blanca y miré a mi alrededor ¡Estaba en la habitación de un
Hospital! ¡Me habían curado! Me recosté y me miré las manos,
las tenía como nuevas y moví los dedos y estos se movieron y no
noté molestias de ningún tipo. Levanté las sabanas esperando
recibir el impacto al ver que mi pierna había sido ampu-
tada, pero vi, maravillado que tenía todavía mi pierna y estaba sin
cicatrices ni rasguños, como si no hubiera sufrido ningún daño.
Quise saltar de alegría pero no estaba seguro si podía hacer mu-
cho esfuerzo aunque me sentía como nuevo. De repente alguien
abrió la puerta y pensé que tal vez fuera el médico, pero cuando
entró di un grito. En vez de un hombre de bata blanca había un
ser de color morado, aunque tenía aspecto humanoide, presentaba
rasgos de extraterrestre, tenía unos ojos de reptil, unos cuernos
horizontales en la cabeza y vestía con traje futurista como en las
películas de ciencia-ficción modernas. Me quedé paralizado vien-
do como esa extraña criatura se acercaba lentamente hacia mí. Sa-
bía que había venido a hacerme daño y me preparé para el ataque
de aquel monstruo, pero en lugar de eso me miro fijamente y ob-
servé atónito que mostraba una sonrisa amable y bondadosa.
-Me alegro de que la operación haya sido un éxito-Dijo el ser, te-
mí que no pudiera salvarte. Intentando eliminar el miedo que me
carcomía me atreví a preguntar.
-¿Quién…..quien eres?-Le pregunté con un hilo de voz.
-Mi nombre es Yenson-Dijo el ser-Habito en un planeta industrial
bastante alejado del tuyo, vi tu accidente y despegué en mi nave
hacia la superficie del planeta y te rescaté, tu cuerpo estaba casi
destrozado y ya te quedaban pocos minutos de vida, pero gracias
a mi equipo médico pude salvarte.
-¿Qué estas diciendo?-Pregunté con un hilo de voz negándome a
que todo esto estuviera pasando-¿Eres un……extraterrestre?
El ser asintió.
-Provengo de otro sistema, de otro planeta. Soy un ingeniero y
científico muy brillante que he pasado toda mi vida dedicándome
a la fabricación de máquinas, robots etc.……Soy el rey de un
planeta industrial y que además es el mas avanzado tecnológica-
mente en toda la galaxia entera. Pero no quiero sacar mis
proyectos a la luz hasta que haya terminado con mi más poderosa
creación.
-Y…. ¿Cual es esa creación?-Pregunté temiendo la respuesta.
El ser sonrió.
-Tu, hijo-Me contestó-Por que ya no eres humano.
-¡No es posible!-Protesté enfadado y desconcertado a la vez-¡Si-
go, siendo un humano! ¿¡No ves mi aspecto!?
Yenson asintió.
-Pero lo he modificado-Explicó-Lo he sustituido por partes ciber-
néticas y metálicas. Eres mitad humano mitad robot, en resumen.
Te he convertido en un cyborg.
Abrí la boca aterrorizado, lo que estaba contando aquel alienígena
no era cierto, estaba mintiendo, estaba sufriendo una horrible
pesadilla.
-Te he convertido en un ser de fuerza sobrehumana, nunca
envejecerás, tendrás fuerza y energía ilimitadas, nunca tendrás
hambre ni sed, ni cansancio. Y serás infinitamente poderoso, más
de lo que siempre soñaste ser.
Fruncí el ceño furioso harto de todas las explicaciones que me
daba ese monstruo.
-No me lo creo, y aunque así fuera no voy a dejar que me convier-
tas en tu mascota, y menos en tu esclavo.
-Yo creo que sí-Dijo Yenson-Porque he sustituido tu cerebro por
un chip que está controlado por un ordenador, que a la vez ese
ordenador está conectado a otro chip que tengo yo en mi cabeza.
Así que……a partir de ahora lo que haga yo, lo harás tu también
sin protestar, pues estas bajo mis ordenes.
-¡Jamás!-Grité-¡No voy a hacer lo que ordenes! ¡Monstruo!
-¿Seguro?-Dijo con un tono despreciable-Vamos a averiguarlo.
Cogió un mando y pulsó un botón azul, inmediatamente dejé de
pensar, no seguí sintiendo enfado ni nada por el estilo, tenía la
mente bloqueada y en blanco. Solo oía la voz de Yenson dentro
de mí.
-A partir de ahora tu nombre será Keriort. Que en nuestro idioma
significa poder supremo. Como cyborg obedecerás mis órdenes
al igual que los demás robots, androides y cyborgs. Olvidarás el
significado de la palabra amor, y también la existencia de la
palabra sentimiento, ni tampoco la palabra piedad o clemencia.
De ahora en adelante solo cumplirás mis órdenes y esas órdenes
serán las de conquistar y matar a todos nuestros enemigos y
derramarás sangre inocente a tu paso. Trataras a los demás como
hermanos y a mi como un querido y adorado padre y dios, y…..
sobre todo……dejarás de recordar con tristeza a tu planeta ni ah
tus padres terrestres.
Cuando terminó, mi chip que estaba en mi cabeza almacenó toda
aquella información, Yenson es mi creador y lo más parecido a
un padre, y los cyborgs, androides y robots son mis hermanos.
Desde aquel día congenié muy bien con los demás, entrenaba muy
duro pero en el fondo no me hacía falta porque era el mas fuerte
de todos. A las semanas siguientes me convertí en capitán del
ejército de Yenson. Durante ese tiempo todos los robots, androi-
des y cyborgs salimos al espacio dispuestos a divertirnos sem-
brando el terror con nuestras matanzas e invasiones. Todos los
vulgares seres sentían pavor y miedo hacia nosotros, cuanta mas
defensa y resistencia ponían mas morían….Yo me convertí en
líder la gloriosa y poderosa legión ORO-1200 con cuatrocientos
soldados a mis ordenes, me sentía fuerte e imponente, disfrutaba
viendo como los demás débiles eran aplastados por mi ira y mi
poder. Yenson siempre me admiraba al igual que los demás y me
convertí en su mano ejecutora. Nuestros planes de apoderarnos
de la galaxia entera estaban dando sus frutos y no tenía nada que
temer. Los pobres e insignificantes ejércitos de resistencia me
hacían reír y los derrotaba de un solo golpe.
Pasaron varios meses y ya habíamos invadido muchos planetas y
Yenson ya había creado a más cyborgs, androides y robots para
el portentoso ejército.
Una tarde Yenson solicitó mi presencia en su despacho. Cuando
entré hice una reverencia y Yenson me pidió que me sentará.
-¿Ocurre algo amo?-Pregunté.
Yenson negó con la cabeza.
-Solo quería felicitarte y decirte que estoy orgulloso de ti, Keriort.
Eres mi más grande creación y has realizado muchas proezas a
nuestra familia. Pero me temo que mi confianza en ti no es del
todo completa.
Abrí los ojos, estupefacto por la confesión de Yenson.
-¡Pero maestro!-Protesté enfadado-He matado, he invadido, eh
conquistado para vos…. ¡Y no confiáis en mi! ¡Moriría por usted
amo!
Yenson sonrió enternecido por mis palabras.
-¿Qué tengo que hacer señor?-Pregunté con los ojos húmedos.
Haré cualquier cosa que me pida.
Yenson se levantó.
-Eso me gusta-Dijo-Bueno te daré una orden. Quiero…..quiero
que destruyas el planeta tierra. El planeta de donde vienes.
Quiero que erradiques la raza humana hasta que no quede nada
de ella en toda la galaxia, solo así me demostrarás que no eres
débil y que tus sentimientos son casi inexistentes.
Me quedé pensativo, había destruido múltiples planetas, pero no
me esperaba que Yenson me pidiera destruir el planeta donde na-
cí. Pero…. ¿Por que preocuparse? Ya no vivo allí, mis padres es-
tán muertos y tengo una nueva familia mejor que la que tenía an-
tes.
-De acuerdo Yenson-Dije sonriendo-Cuenta conmigo.
Al día siguiente viajamos al sistema solar, vi desde la nave ah los
planetas que giraban en torno al sol, luego vi la tierra. El planeta
azul me provocaba recuerdos, sus continentes, países, mares etc.
Me empecé a encontrar muy mal, notaba una sacudida en mi
mente, la información y órdenes que mi chip había almacenado
empezaban a desaparecer. Notaba un inexplicable miedo y
tristeza. El chip que había sustituido a mi cerebro no era compa-
rable con el poder de mi corazón que seguía siendo orgánico.
Para destruir la tierra tenía que montar yo solo en una, mini-nave
misil que podría aniquilar un planeta de un solo disparo. Los sen-
timientos se almacenaban en el chip y derretían las órdenes que
Yenson me había dado.
Hice que mi nave diera media vuelta y apunté con el misil a la
de Yenson con todos dentro, e inmediatamente pulsé el botón azul
de disparo y un rayo anaranjado impactó contra la nave y Yenson
y todos los que iban dentro murieron en la terrible y atronadora
destrucción.
Sonreí muy satisfecho, mis días de esclavitud se han acabado, ha-
bía destruido a Yenson y al ejército yo solo. Pero todavía me fal-
taba destruir el planeta de Yenson, pero ya tendría tiempo de ha-
cerlo. Ahora tenía un deseo y una meta, regresar a la tierra y re-
organizar mi vida.
FIN
KERIORT EL CYBORG
Mi nombre es Keriort, aunque no es mi nombre de origen. Yo
antes era un vulgar humano del planeta tierra con sentimientos,
rutina, problemas etc. Mi vida siempre fue oscura y triste y tenía
anhelo de ser alguien que valiera la pena en este mundo y que el
respeto se depositara en mí, pero solo eran sueños imposibles,
todo seguiría igual. Pero una tarde de primavera fui con mis pa-
dres a visitar a mis tíos, algo entretenido, irritante y aburrido a la
vez. Las visitas familiares siempre me producían irritación y
cansancio propios de un adolescente con devoción por otras
cosas, pero desafortunadamente un camión conducido por un
hombre borracho estrelló contra el coche. Mis padres dieron un
grito aterrador que me heló la sangre a la vez que el coche se iba
destruyendo y los asientos, el volante, los cristales y demás se
mezclaban por todos lados al mismo tiempo que la muerte se
dispersaba llevándose consigo a mis padres y al conductor del ca-
mión. Yo logré sobrevivir al accidente al salir disparado por la
ventana, pero a duras penas. Parte de mi cara estaba llena de cris-
tales clavados en mi piel, e intentar arrancarlos supondría un dolor
agudo e insoportable. Me miré la pierna derecha y vi horrorizado
que estaba colgando a punto de desprenderse de mi cuerpo, di un
grito ahogado de dolor esperando que alguien me socorriera y
también a mis padres aunque ya sabía que estaban muertos y
nadie los curaría, yo no quería morir……no tan joven. Mi torso
sangraba sin cesar al igual que mis brazos, y no podía hacer nada
para detener la hemorragia y me empecé a marear sabiendo que
iba a morir tarde o temprano, lo veía todo oscuro, todo se iba
oscureciendo, mi visión iba perdiendo fuerza y mi cuerpo casi ni
me respondía…..Cerré los ojos.
Seguía con los ojos cerrados, pensando que ya estaría muerto,
pero no fue así, milagrosamente oía mi corazón latir a ritmo
normal ¿Qué había pasado? Me pregunte. Había sufrido un
accidente en el que mis padres habían muerto, y yo debería haber
tenido el mismo destino pero no fue así…….estaba vivo y ya no
sentía dolor, al contrario, me sentía vivo y fuerte, más fuerte de lo
que había sentido en mi vida.
Abrí los ojos y no estaba en la carretera, estaba acostado en una
cama blanca y miré a mi alrededor ¡Estaba en la habitación de un
Hospital! ¡Me habían curado! Me recosté y me miré las manos,
las tenía como nuevas y moví los dedos y estos se movieron y no
noté molestias de ningún tipo. Levanté las sabanas esperando
recibir el impacto al ver que mi pierna había sido ampu-
tada, pero vi, maravillado que tenía todavía mi pierna y estaba sin
cicatrices ni rasguños, como si no hubiera sufrido ningún daño.
Quise saltar de alegría pero no estaba seguro si podía hacer mu-
cho esfuerzo aunque me sentía como nuevo. De repente alguien
abrió la puerta y pensé que tal vez fuera el médico, pero cuando
entró di un grito. En vez de un hombre de bata blanca había un
ser de color morado, aunque tenía aspecto humanoide, presentaba
rasgos de extraterrestre, tenía unos ojos de reptil, unos cuernos
horizontales en la cabeza y vestía con traje futurista como en las
películas de ciencia-ficción modernas. Me quedé paralizado vien-
do como esa extraña criatura se acercaba lentamente hacia mí. Sa-
bía que había venido a hacerme daño y me preparé para el ataque
de aquel monstruo, pero en lugar de eso me miro fijamente y ob-
servé atónito que mostraba una sonrisa amable y bondadosa.
-Me alegro de que la operación haya sido un éxito-Dijo el ser, te-
mí que no pudiera salvarte. Intentando eliminar el miedo que me
carcomía me atreví a preguntar.
-¿Quién…..quien eres?-Le pregunté con un hilo de voz.
-Mi nombre es Yenson-Dijo el ser-Habito en un planeta industrial
bastante alejado del tuyo, vi tu accidente y despegué en mi nave
hacia la superficie del planeta y te rescaté, tu cuerpo estaba casi
destrozado y ya te quedaban pocos minutos de vida, pero gracias
a mi equipo médico pude salvarte.
-¿Qué estas diciendo?-Pregunté con un hilo de voz negándome a
que todo esto estuviera pasando-¿Eres un……extraterrestre?
El ser asintió.
-Provengo de otro sistema, de otro planeta. Soy un ingeniero y
científico muy brillante que he pasado toda mi vida dedicándome
a la fabricación de máquinas, robots etc.……Soy el rey de un
planeta industrial y que además es el mas avanzado tecnológica-
mente en toda la galaxia entera. Pero no quiero sacar mis
proyectos a la luz hasta que haya terminado con mi más poderosa
creación.
-Y…. ¿Cual es esa creación?-Pregunté temiendo la respuesta.
El ser sonrió.
-Tu, hijo-Me contestó-Por que ya no eres humano.
-¡No es posible!-Protesté enfadado y desconcertado a la vez-¡Si-
go, siendo un humano! ¿¡No ves mi aspecto!?
Yenson asintió.
-Pero lo he modificado-Explicó-Lo he sustituido por partes ciber-
néticas y metálicas. Eres mitad humano mitad robot, en resumen.
Te he convertido en un cyborg.
Abrí la boca aterrorizado, lo que estaba contando aquel alienígena
no era cierto, estaba mintiendo, estaba sufriendo una horrible
pesadilla.
-Te he convertido en un ser de fuerza sobrehumana, nunca
envejecerás, tendrás fuerza y energía ilimitadas, nunca tendrás
hambre ni sed, ni cansancio. Y serás infinitamente poderoso, más
de lo que siempre soñaste ser.
Fruncí el ceño furioso harto de todas las explicaciones que me
daba ese monstruo.
-No me lo creo, y aunque así fuera no voy a dejar que me convier-
tas en tu mascota, y menos en tu esclavo.
-Yo creo que sí-Dijo Yenson-Porque he sustituido tu cerebro por
un chip que está controlado por un ordenador, que a la vez ese
ordenador está conectado a otro chip que tengo yo en mi cabeza.
Así que……a partir de ahora lo que haga yo, lo harás tu también
sin protestar, pues estas bajo mis ordenes.
-¡Jamás!-Grité-¡No voy a hacer lo que ordenes! ¡Monstruo!
-¿Seguro?-Dijo con un tono despreciable-Vamos a averiguarlo.
Cogió un mando y pulsó un botón azul, inmediatamente dejé de
pensar, no seguí sintiendo enfado ni nada por el estilo, tenía la
mente bloqueada y en blanco. Solo oía la voz de Yenson dentro
de mí.
-A partir de ahora tu nombre será Keriort. Que en nuestro idioma
significa poder supremo. Como cyborg obedecerás mis órdenes
al igual que los demás robots, androides y cyborgs. Olvidarás el
significado de la palabra amor, y también la existencia de la
palabra sentimiento, ni tampoco la palabra piedad o clemencia.
De ahora en adelante solo cumplirás mis órdenes y esas órdenes
serán las de conquistar y matar a todos nuestros enemigos y
derramarás sangre inocente a tu paso. Trataras a los demás como
hermanos y a mi como un querido y adorado padre y dios, y…..
sobre todo……dejarás de recordar con tristeza a tu planeta ni ah
tus padres terrestres.
Cuando terminó, mi chip que estaba en mi cabeza almacenó toda
aquella información, Yenson es mi creador y lo más parecido a
un padre, y los cyborgs, androides y robots son mis hermanos.
Desde aquel día congenié muy bien con los demás, entrenaba muy
duro pero en el fondo no me hacía falta porque era el mas fuerte
de todos. A las semanas siguientes me convertí en capitán del
ejército de Yenson. Durante ese tiempo todos los robots, androi-
des y cyborgs salimos al espacio dispuestos a divertirnos sem-
brando el terror con nuestras matanzas e invasiones. Todos los
vulgares seres sentían pavor y miedo hacia nosotros, cuanta mas
defensa y resistencia ponían mas morían….Yo me convertí en
líder la gloriosa y poderosa legión ORO-1200 con cuatrocientos
soldados a mis ordenes, me sentía fuerte e imponente, disfrutaba
viendo como los demás débiles eran aplastados por mi ira y mi
poder. Yenson siempre me admiraba al igual que los demás y me
convertí en su mano ejecutora. Nuestros planes de apoderarnos
de la galaxia entera estaban dando sus frutos y no tenía nada que
temer. Los pobres e insignificantes ejércitos de resistencia me
hacían reír y los derrotaba de un solo golpe.
Pasaron varios meses y ya habíamos invadido muchos planetas y
Yenson ya había creado a más cyborgs, androides y robots para
el portentoso ejército.
Una tarde Yenson solicitó mi presencia en su despacho. Cuando
entré hice una reverencia y Yenson me pidió que me sentará.
-¿Ocurre algo amo?-Pregunté.
Yenson negó con la cabeza.
-Solo quería felicitarte y decirte que estoy orgulloso de ti, Keriort.
Eres mi más grande creación y has realizado muchas proezas a
nuestra familia. Pero me temo que mi confianza en ti no es del
todo completa.
Abrí los ojos, estupefacto por la confesión de Yenson.
-¡Pero maestro!-Protesté enfadado-He matado, he invadido, eh
conquistado para vos…. ¡Y no confiáis en mi! ¡Moriría por usted
amo!
Yenson sonrió enternecido por mis palabras.
-¿Qué tengo que hacer señor?-Pregunté con los ojos húmedos.
Haré cualquier cosa que me pida.
Yenson se levantó.
-Eso me gusta-Dijo-Bueno te daré una orden. Quiero…..quiero
que destruyas el planeta tierra. El planeta de donde vienes.
Quiero que erradiques la raza humana hasta que no quede nada
de ella en toda la galaxia, solo así me demostrarás que no eres
débil y que tus sentimientos son casi inexistentes.
Me quedé pensativo, había destruido múltiples planetas, pero no
me esperaba que Yenson me pidiera destruir el planeta donde na-
cí. Pero…. ¿Por que preocuparse? Ya no vivo allí, mis padres es-
tán muertos y tengo una nueva familia mejor que la que tenía an-
tes.
-De acuerdo Yenson-Dije sonriendo-Cuenta conmigo.
Al día siguiente viajamos al sistema solar, vi desde la nave ah los
planetas que giraban en torno al sol, luego vi la tierra. El planeta
azul me provocaba recuerdos, sus continentes, países, mares etc.
Me empecé a encontrar muy mal, notaba una sacudida en mi
mente, la información y órdenes que mi chip había almacenado
empezaban a desaparecer. Notaba un inexplicable miedo y
tristeza. El chip que había sustituido a mi cerebro no era compa-
rable con el poder de mi corazón que seguía siendo orgánico.
Para destruir la tierra tenía que montar yo solo en una, mini-nave
misil que podría aniquilar un planeta de un solo disparo. Los sen-
timientos se almacenaban en el chip y derretían las órdenes que
Yenson me había dado.
Hice que mi nave diera media vuelta y apunté con el misil a la
de Yenson con todos dentro, e inmediatamente pulsé el botón azul
de disparo y un rayo anaranjado impactó contra la nave y Yenson
y todos los que iban dentro murieron en la terrible y atronadora
destrucción.
Sonreí muy satisfecho, mis días de esclavitud se han acabado, ha-
bía destruido a Yenson y al ejército yo solo. Pero todavía me fal-
taba destruir el planeta de Yenson, pero ya tendría tiempo de ha-
cerlo. Ahora tenía un deseo y una meta, regresar a la tierra y re-
organizar mi vida.
FIN
Keriort- Mensajes : 8
Fecha de inscripción : 23/07/2008
Re: KERIORT EL CYBORG
oye tendrias que haberme dado las gracias jajaja. m lo debes¡¡¡¡¡¡¡¡
es broma¡¡¡¡¡ aunke hoy no tocaba
ya t dije en su dia k me gustaba, y no e cambiado d opinion
es broma¡¡¡¡¡ aunke hoy no tocaba
ya t dije en su dia k me gustaba, y no e cambiado d opinion
PaulaGDpunk- Mensajes : 42
Fecha de inscripción : 04/08/2008
Edad : 33
Localización : Cantabria
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